El anuncio de una enfermedad terminal pone a tu vida en jaque adentrándote en lugares hasta ahora desconocidos.

“Los resultados no han salido como esperábamos” o “Lamentablemente no tengo buenas noticias” son las palabras médicas que nunca deseamos escuchar pero que esta vez quizás te han tocado a ti vivirlas. Lo que antes parecía una simple rutina de salud ahora se convierte en un mal sueño que te podrían conducir hacia sentimientos y lugares inexplorados.

Tal vez esta noticia ya la presentías desde hace un tiempo y no te sorprende… o tal vez este diagnóstico haya sido un golpe totalmente inesperado en un momento de plenitud en tu vida. Sin importar en cuál de estos dos casos te encuentras, tu mundo cambiará en tan sólo un instante convirtiéndose en un proceso aún más complejo en una sociedad que le cuesta acepta a la muerte como una etapa natural de la vida. Desde la llegada de esta noticia, tanto tú como tu familia seguramente se vuelvan más sensibles e inseguros… sin saber qué hacer ante un futuro que parece tan desconocido y aterrador.

Quizás te enfrentes a una multiplicidad de temores para los cuales necesitarás de la comprensión y contención de tu familia: temor al curso de la enfermedad, a la invalidez, a la compasión, al dolor físico, a la dependencia en la toma de decisiones, a dejar a tu familia, a la muerte en sí misma, entre otros miedos. En este artículo te brindamos toda la información que necesitas para afrontar este proceso de duelo.

LAS ETAPAS DEL PROCESO DE DUELO EN EL ENFERMO TERMINAL

Cuando se llega al final de la vida, el enfermo terminal se enfrenta a profundos cambios y pérdidas.

A medida que la enfermedad terminal avanza no sólo sufrimos la pérdida de los sueños y los proyectos sino que también a veces padecemos la pérdida de la independencia y las habilidades de las que solíamos disfrutar. Cada una de estas pérdidas generan un profundo dolor en el paciente terminal que deberá afrontar un intenso proceso de duelo que comenzará en el mismo instante que salga del consultorio médico en el que recibió este traumático diagnóstico. La Dra. Elisabeth Kübler-Ross, psiquiatra especialista en muerte, asegura que el paciente terminal atraviesa 5 etapas en este proceso de duelo: negación, ira, depresión, negociación y aceptación. Sin embargo, esto no significa que se trate de un dolor que avanza de manera ordenada de una etapa hacia a la otra sino que el paciente se mueve de un punto a otro de manera desordenada dependiendo de cómo se encuentre en su vida y cuál es el contexto en el cual elabora este duelo. Aquí te informamos sobre cada una de estas etapas que atraviesa el paciente:

NEGACIÓN. Cuando el médico confirma el diagnóstico de una enfermedad terminal, es poco frecuente que el paciente encuentre de inmediato una sensación de paz y aceptación sino que sus primeras palabras podrían ser “Debe haber algún error en el informe médico” o “No me puede estar pasando a mí”.  Puede que no desee conocer los detalles de la enfermedad así como tampoco los tratamientos disponibles porque no acepta ni comprende que es él quien está atravesando este momento. Ante el shock de esta noticia traumática, la persona utiliza a la negación como un mecanismo de defensa útil que le permite abstraerse temporalmente de esta realidad para ir paulatinamente aceptando esta noticia. Al igual que no podemos mirar el sol todo el tiempo, no podemos enfrentar a la muerte de una sola vez. Se trata de una etapa que aparecerá no sólo al momento del diagnóstico sino también durante el transcurso de la enfermedad. Por momentos el paciente pensará en la inminencia de su muerte para luego continuar pensando en otras cosas y continuar así con su vida.

IRA. Luego de negar esta enfermedad, el paciente se enfrenta con la inevitabilidad de su condición sintiéndose realmente asustado por esta nueva experiencia que debe afrontar. Cuando no se puede seguir amortiguando el dolor con esta negación, surgen sentimientos de ira, envidia y resentimiento que resultan muy difíciles de sobrellevar tanto para la familia como para los cuidadores. ¿Por qué me sucede a mí? ¿Por qué ahora? Son preguntas que muestran la inconformidad e impotencia del paciente hacia su destino… una rabia que pronto se podría proyectar en todas las direcciones hacia las personas que lo rodean.  Sin embargo, este enojo nada tiene que ver con la persona que es blanco de sus ataques sino que se trata de una manera de canalizar su indignación ante un futuro irremediable e injusto.

NEGOCIACIÓN. El paciente durante esta etapa busca negociar con Dios o con los médicos ya sea su curación o su aplazamiento temporal prometiendo a cambio no sólo cambiar sus conductas sino también hacer sacrificios. Esta etapa fugaz suele expresarse de dos maneras. Por un lado, el paciente puede negociar con su pasado diciendo “Si me hubiera cuidado, ahora no estaría padeciendo esta enfermedad”. En estos casos, es importante perdonarte a ti mismo y buscar también el perdón de tu familia para así cerrar cualquier tipo de conflicto que puede haber entre ustedes. Por otro lado, puede negociar con su futuro diciendo “Si logro curarme, juro que no volveré a fumar ni un solo cigarrillo más”. Al ver que ninguna de estas promesas o arrepentimientos funcionan para devolverle la salud, la etapa de negociación suele llevar a una depresión.

DEPRESIÓN. Cuando la negociación no brinda los resultados esperados y la enfermedad avanza, la rabia del paciente será sobrevenida por una sensación de pérdida que se ve afectada por la pérdida del empleo, los innegables deterioros físicos, el costo de los tratamientos, etc. Se trata de una depresión frente a la pérdida inminente ante la que la familia y los cuidadores deben mostrarse respetuosos de su dolor… Esta catarsis facilitará la aceptación final. Cuando la persona que padece la enfermedad terminal siente que tiene algún tipo de responsabilidad, imaginaria o real, sobre su enfermedad esta depresión puede ser aún más profunda, debido a la culpa que tienen por no haber actuado de la manera correcta. En el caso de los pacientes que no sienten esta responsabilidad tienden a victimizarse sintiendo lástima de sí mismos por una situación que perciben como un “castigo injusto”.  Toman consciencia de que perderán el contacto con sus seres queridos, así como de todas las posesiones que con tantos años de trabajo y esfuerzo han logrado.

ACEPTACIÓN. La depresión cederá lentamente hacia una aceptación de la enfermedad y de su propia muerte. Esta etapa se caracteriza por una multiplicidad de medidas prácticas que realizará el paciente para brindar un sentido de cierre con los seres queridos que lo rodean: escribe cartas, llama por teléfono, organiza reuniones familiares, prepara su testamento, entre otras acciones que lo ayudarán a decir adiós. El destino ya no le enojará sino que podrá contemplarse a si mismo con relativa tranquilidad luego de que ya haya podido expresar todos sus sentimientos y haya llorado la pérdida inminente de personas y lugares que ya no volverá a ver. Es una etapa en la que el paciente deseará que no lo agiten con problemas del mundo exterior… Él ya se ha despedido y se dispone a su obligado destino.

Para conocer más sobre estas reacciones te recomiendo que leas nuestra sección: “Etapas del Duelo”.

¿CÓMO AFRONTAR ESTE DUELO?

Al enterarte que una enfermedad terminal acabará irremediablemente con tu vida, puede que sientas que todo tu mundo se sacude en un instante.

Una enfermedad terminal nos obliga a decir adiós a la gente que amamos aún cuando creemos que no es todavía nuestra hora de partir. Tener la oportunidad de decir adiós es una bendición pero puede encerrar muchos temores, preocupaciones y sentimientos respecto a qué sucederá con nosotros y con nuestra familia desde ahora. La muerte es una parte natural de la vida. Pero ¿qué sucede cuando nos toca partir a nosotros? ¿Cómo podemos afrontar estas últimas semanas, meses o años de vida? Si bien el acompañamiento de los seres queridos será un pilar primordial en este proceso, tú posees un recurso mucho más poderoso para hacer frente a la enfermedad: tú mismo.

Sugerencias:

TRANSMITE TU HISTORIA. Todos tenemos una historia rica en experiencias y aventuras que podemos compartir con nuestra familia. Si bien esta enfermedad marca el principio del final de esta historia, muchos pacientes encuentran consuelo y un sentido de cierre al contar anécdotas de su vida a sus seres queridos. Si no tienes deseos de hablarlo o no tienes con quien hacerlo, toma un cuaderno y escribe estas historias un rato cada día para así ayudarte a superar este momento emocional tan exigente para ti. Tu historia puede ser un verdadero regalo no sólo para tus hijos sino para las futuras generaciones de la familia… los conectará con el pasado y contigo más allá de las distancias temporales y físicas a las que la muerte nos desafía.

RESPETA TUS RITMOS. Esta noticia tan traumática no debe hacerte olvidar de lo especial que eres… no hay ni habrá nadie igual que tú. Con tu misma idiosincrasia, personalidad, recuerdos, disgustos, etc. Más allá de cualquier enfermedad, sigues siendo tú por lo que no debes ajustar tu proceso de duelo a un patrón general sino que esta experiencia será personal y única. La mejor manera de atravesar este duelo es haciéndolo de la manera en la que te sientas más cómodo aprendiendo en la práctica misma, a base de prueba y error, cuál es el mejor camino a seguir. Si deseas conocer más sobre el duelo anticipado te recomiendo que leas: “El duelo anticipado y sus síntomas”.

NO TE AÍSLES. Si bien es normal que te sientas más cansado y sin fuerzas para salir, no te aísles de tus familiares y amigos cuando aún tienes un período de relativa buena salud que te permite disfrutar de un paseo en familia. Esto no significa que debas estar todo el día con tus seres queridos… permítete momentos de tranquilidad a solas en los que puedas elaborar esta pérdida, pero también piensa en los bellos recuerdos que puedes dejarles a tus hijos al salir juntos a una caminata, ir a la plaza o disfrutar de una película.

LA ENFERMEDAD NO TE DEFINE. Cuando recibes la noticia de una enfermedad terminal es usual que esta experiencia tome un lugar central en tu vida y en la de todos los miembros de tu familia. Quieren conocer los detalles de este padecimiento, cómo te sientes y cómo pueden ayudarte haciéndote percibir a ti mismo sólo como un enfermo. Largas horas de espera en el médico, pastillas, tratamientos, etc. pueden hacernos olvidar de nuestra propia identidad que trasciende la de ser un simple paciente. Sin embargo, nunca lo olvides: tú eras una persona con identidad propia antes de esta enfermedad, ella no te define sino que se mantiene al margen. A veces será necesario recordárselo amablemente también a tu familia.

INFÓRMATE. La ignorancia sobre lo que padeces no significará una mayor tranquilidad sino por el contrario incrementará tu incertidumbre respecto a qué te sucederá en el futuro. Si bien no debes obsesionarte sobre tu enfermedad, es importante estar informado sobre qué es, cómo afectará tu salud, qué cambios traerá en la rutina, etc. Pregúntale todas las dudas que tengas a tu médico o bien acércate a Sociedades Médicas o Instituciones de Salud en las que brinden folletos, revistas, charlas, etc. respecto a la enfermedad que padeces. Para conocer más sobre el rol del médico durante esta etapa te recomiendo que leas: “El acompañamiento médico al paciente terminal y su familia”.

NO TE CENTRES EN EL CUERPO. Durante esta enfermedad terminal, el cuerpo podría mostrar un progresivo deterioro que puede ser angustiante, incómodo y doloroso para ti. Si bien es común que te centres en lo que estás experimentando físicamente, recuerda que lo físico es sólo una parte de cuerpo. En situaciones como estas, tu corazón y mente serán mucho más importantes que cualquier expresión física de esta enfermedad. Sé que no son visibles pero son los ingredientes emocionales que hacen que nuestro cuerpo realmente tenga vida. Procura cuidarlos y fortalecerlos en momentos en los que tu fortaleza espiritual puede serte de gran compañía.

PARTICIPA DE TALLERES. Una excelente manera de afrontar este proceso de duelo es realizando cursos y talleres que te conecten con el arte. Averigua en tu ciudad qué centros de salud o de educación ofrecen programas de arte curativo, música terapéutica, escritura, etc. para enfermos terminales. Estas herramientas no sólo te traerán un profundo bálsamo de paz sino que te ayudarán a explorar tus emociones y canalizarlas a través de pinturas, cuentos, poemas, etc. que se convertirán en verdaderas obras de arte sobre tu vida. Inclusive estas piezas artísticas luego puedes obsequiarlas a tus seres más queridos para que puedan recordarte y conectarse contigo cada vez que lo deseen.

SÉ TU MISMO. Cuando esta noticia llega a tu círculo de amigos y familiares es posible que encuentres a personas que desean que actúes o hables de una manera diferente porque te estás muriendo. Inclusive podrían tratarte de una manera diferente ya que con esto esconden, consciente o inconscientemente, que ellos también algún día deberán morir. Se trata de un mecanismo de defensa dirigido más hacia ellos mismos que hacia ti. Si bien no tiene por qué gustarte cómo te tratan, es importante que comprendas por qué actúan de este modo para así evitar discusiones y malos entendidos. Respeta tus propias creencias y pensamientos conservando tu esencia más allá de esta enfermedad.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE DECIR ADIÓS?

A diferencia de una muerte inesperada, la enfermedad terminal te permite despedirte de tus seres queridos y dejar tus asuntos en orden.

Si bien este cierre de relación será una oportunidad cargada de profundo dolor, angustia y tristeza, te brindará la posibilidad de abrir el camino del perdón, de aceptar las culpas, de decir las palabras no dichas y brindar los abrazos no dados… Cuando recibas el diagnóstico y aceptes finalmente tu irremediable partida, es usual que desees encontrar el tiempo para hacer aquellas actividades y/o tener esas conversaciones que nunca has podido tener con tus hijos, amigos o pareja resolviendo viejas heridas y conflictos que te permitan no sólo liberarlos a ellos de esta “mochila” cargada de culpas sino también para que puedas irte de este mundo en paz contigo mismo al brindarte la oportunidad de perdonar y ser perdonado.

Los rituales son una herramienta utilizada frecuentemente por las personas para hacer frente a los cambios importantes a los que la vida los enfrenta: desde el nacimiento hasta la propia muerte son reconocidos simbólicamente por medio de estos rituales. En el caso de las personas que están atravesando una enfermedad terminal, estos rituales serán de gran importancia para poder decir adiós a quienes más aman. Cuando te sientas preparado, considera cómo y a quiénes vas a decir adiós. Si lo deseas, puedes coordinar con cada persona una reunión individual en la que puedan hablar sobre aquellos viejos conflictos y rencores que puedan haber afectado la relación. Si se trata de aspectos familiares, puedes reunir a todos los miembros de la familia para que encuentren un acuerdo en el que todas las partes sientan que han podido decirte lo que sentían… Piensa que quizá esta sea tú última oportunidad para cerrar viejas heridas que puedan haberte distanciado de tus seres queridos.

Si no te sientes emocionalmente preparado para hablar personalmente o tu salud física te lo impide, puedes decir adiós a través de cartas, cintas de video, mensajes de audio, etc. En caso de que desees cerrar una relación con una persona con la cual es imposible ponerte en contacto nuevamente, puedes escribirle una carta con aquellas acciones y pensamientos que te causan culpa para luego romperla, quemarla o enterrarla.

Por último, dejarle a tus seres queridos un bello legado de recuerdos puede ser muy importante… Especialmente si tienes niños muy pequeños que crecerán sin recordar muchos aspectos personales como la voz, gestos, etc. Puedes dejarle un bello mensaje de adiós grabado en CD, DVD o video en el que puedan escuchar los maravillosos sentimientos que siempre te unirán a ellos. Otra opción es armar un álbum de fotos con recuerdos, pinturas que retraten etapas de gran felicidad, diseñar un blog en el que cuentes sobre tu vida y logros, etc. Sin embargo, no debes sentirte presionado a tener que hacer alguna de estas cosas. Mientras que algunas personas sentirán los deseos de dejar un recuerdo de su vida, otros no tendrán interés en dejar mensaje alguno ya que lo consideran emocionalmente difícil de manejar para él o su familia. Como siempre te decimos, el duelo de cada persona será único y personal por lo que debes hacer aquello que creas correcto para ti.

¿Has experimentado la muerte de un familiar luego de una enfermedad terminal? ¡No dejes de compartir tu historia con otros dolientes!

FUENTE:
httpss://www.hospicenet.org/html/dying_guide.html
https://www.growthhouse.org/mortals/mort2477.html
https://www.willowgreen.com/advice/a_illness_3.shtml#top

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18 Comments

  1. Pam 8 de enero de 2016 at 17:48 - Reply

    Muchas gracias por este articulo, me ha servido de mucho, me identifique cuando dice que sabes que el pronostico no es bueno pero no quieres aceptarlo, tengo 3 años luchando contra el cancer, mi cuerpo cada vez esta mas debil y la lucha mas dificil es verme al espejo cada vez mas desmejorada, tengo tantisimo miedo a la muerte, siento que deberia ya haberlo aceptado, pero no puedo, no quiero morir, dicen que es mejor asi porque puedes despedirte de tus seres queridos, pero es mas dificil despertar cada dia sabiendo que cada vez te queda menos tiempo..tengo 30 años

    • Florencia 11 de enero de 2016 at 06:08 - Reply

      Hola querida Pam, gracias por compartir con nosotros tu experiencia personal. Es una batalla ardua de emociones profundas y contradictorias pero no bajes los brazos… refúgiate en la comprensión y el amor de tus seres queridos que están acompañándote en este camino. Te enviamos un fuerte abrazo

  2. s. 11 de diciembre de 2015 at 23:16 - Reply

    no puedo dejar de llorar, no se como tomarlo. aun no puedo creerlo. en el dia suelo hacer mi rutina diaria y eso me distrae pero ya en la tarde me pongo muy sentimental. tengo 22 años

    • Florencia 14 de diciembre de 2015 at 05:48 - Reply

      Hola S. No conocemos exactamente qué te sucede por lo que no puedo sugerirte lecturas que te sean de ayuda pero sí puedo decirte algo: ten paciencia con estas emociones. Busca personas de confianza con quienes expresar este dolor así como también los temores y desafíos que experimentas. Con paciencia, amor y comprensión podrás ir poco a poco desandando este camino emocionalmente exigente. Si sientes que no puedes hacerlo solo, no dudes en buscar un terapeuta que te acompañe con herramientas de afrontamiento saludables. Un abrazo

  3. Ana Rios 3 de agosto de 2015 at 08:28 - Reply

    Excelente artículo y revisión, muchas gracias. Aparte de profesionalismo, conectan con mi corazón.

    • Florencia 3 de agosto de 2015 at 09:10 - Reply

      Gracias a ti querida Ana por permitirnos acompañarte en este proceso de duelo. Un fuerte abrazo

  4. elena 6 de mayo de 2015 at 13:56 - Reply

    Es un artículo excelente y completo. La verdad de muertes terminales (cáncer) murieron dos de mis abuelos pero yo era chica y no registro de manera consciente todo el sufrimiento.
    Tuve un bebé que falleció a los trece días de vida y justamente este año se cumplen trece años de su partida.-.Yo desprendí placenta y quedó sin respirar,estuvo internado en terapia intensiva y lamentablemente después de varios paros cardio-respiratorios murió.-
    No es mucha la experiencia que tengo para compartir, pero si decir que esta lectura me sirve mucho porque siempre imaginé que mi muerte sería así,y me gustaría que así fuera dado que DIOS me estaría dando la oportunidad de irme con mis conflictos solucionados,con mis papeles en orden y con todos los abrazos dados.-
    Se hace difícil y triste pensar que algún día nos vamos a morir,es doloroso y es un pensamiento que alejamos y tratamos de negar pero es un hecho inevitable…
    Tratemos de llevarlo de la mejor manera posible para no empañar el último tiempo de vida y ojalá DIOS me de la fortaleza y sabiduría de poder hacerlo cuando me toque a mi ser la que está por partir…..

    • Florencia 7 de mayo de 2015 at 05:32 - Reply

      Hola querida Elena. Gracias por compartir con nosotros estas maravillosas palabras para reflexionar. Como tú bien dices, la muerte es una etapa de la vida de la que todos quisiéramos huir pero lamentablemente su llegada es inevitable. La clave está en desandar el camino de la vida con sabiduría, fortaleza y mucho amor. Aunque nos duelan las ausencias, poco a poco aprendemos a sobrellevar este dolor mientras que a quienes hemos perdido físicamente en este camino los conservaremos por siempre en nuestro corazón construyendo con ellos un nuevo vínculo basado en los bellos e inolvidables recuerdos compartidos. Un fuerte abrazo.

  5. violeta 19 de febrero de 2015 at 14:01 - Reply

    hola hace un mes nos dieron una noticia devastadora, mi mama que había luchado contra un cáncer de mama que creimos haber superado, ahora se encuentra con metástasis en huesos y el doctor me ha dicho que su pronostico es malo y el tiempo de vida solo dios lo definirá, nose que hacer pues estoy en un gran dilema la familia me ha pedido que ella no se entere ya que por su depresión de diez años seria un golpe muy duro para ella, no se que hacer no se como puedo ayudarla

    • Florencia 5 de marzo de 2015 at 09:48 - Reply

      Hola querida Violeta. Lamentamos profundamente el diagnóstico de tu madre y te pedimos disculpas por la demora en nuestra respuesta. Se trata de una decisión muy delicada y personal por lo que te sugiero que busques ayuda de un profesional especialista en duelo a fin de encontrar las herramientas de afrontamiento que tú necesitas. Te recomiendo leer nuestro artículo sobre «Duelo Anticipado». Te envío un fuerte abrazo.

  6. minelia calderon rodriguez 5 de enero de 2015 at 20:01 - Reply

    HOLA
    Gracias por sus publicaciones, a mi en lo personal me ayudan bastante, he tenido perdidas de familia y a mi me diagnosticaron cancer hace algunos años.
    y si es muy doloroso ademas creo que no lo he superado del todo bien, porque ademas nunca tome terapias de ningun tipo ni como paciente ni como familiar del paciente. Gracias.

    • Florencia 6 de enero de 2015 at 13:07 - Reply

      Hola Minelia. Nos reconforta saber que te haya sido de utilidad. Nunca es tarde para comenzar a hacer terapia y redescubrir nuestras emociones. Te enviaré un mensaje privado.

  7. Teresa Gonzalez 5 de enero de 2015 at 19:00 - Reply

    Hola solo que a veces los enfermos no pueden participar en nada de lo que describe este articulo; mi madre murio hace 10 meses de un tumor cerebral maligno, cuando nos confirmaron la noticia se lo dijimos a ella su frase fue «he vivido una buena vida» pero en el mes que sufrio su enfermedad de pronto se desesperaba porque tuvo que depender fisicamente de todo siendo ella una mujer tan independiente, mis hermanos y yo cada quien vivimos su desenlace de una forma muy diferente, yo no me despegue de ella un segundo porque sabia que mis horas estaban contadas con ella tal como ocurrio. Su muerte me dejo en shock, no llore casi y en estos meses donde tambien mi pareja me dejo, he pasado por todo tipo de emociones, la extraño terriblemente y se que debo pedir ayuda psicologica pero mi economia tambien esta en crisis, por eso he leido sobre el tema y me ayudado mucho para entender un poco. Saludos cordiales.

    • Florencia 6 de enero de 2015 at 13:15 - Reply

      Hola Teresa. Gracias por confiarnos sobre tu pérdida. Tu madre te ha dejado una bella frase… se fue satisfecha con la vida que ha tenido y eso es muy reconfortante para quienes la aman profundamente.Intenta encontrar espacios en los cuales expresar estas emociones que sientes respecto a esta pérdida. Busca amigos con quienes hablar sobre lo que te sucede o averigua por grupos de mutua ayuda en duelo en tu ciudad. Estos grupos son gratuitos y te permitirán sentirte contenida y comprendida por otras personas que han atravesado un tipo de pérdida similar a la tuya. Un fuerte cariño

  8. tan 13 de diciembre de 2014 at 01:15 - Reply

    Hola, mi pareja murió hace dos meses de leucemia mieloide aguda, que le detectaron apenas en febrero, iba respondiendo muy bien al tratamiento, pero en agosto tuvo una recaída y en menos de 15 días le afecto cinco órganos y perdió la vista. Fue muy duro para ambos, realmente no nos despedimos, siento que no podíamos decirnos adiós. Ni siquiera nos dio tiempo de buscar ayuda de cuidados paliativos, ni psicológica, ni de ir con el algologo, todo paso muy deprisa. El lucho hasta el último instante por vivir, ahora me duele mucho que ya no esté.

    • Florencia 15 de diciembre de 2014 at 05:56 - Reply

      Hola Tan. Gracias por confiarnos sobre tu pérdida. Procura ser paciente contigo misma, respetar tus emociones y avanzar a tu propio ritmo. A veces la escritura puede ser una herramienta de gran utilidad para despedirnos de nuestro ser querido y decirle todo lo que hubiésemos querido. Si lo deseas, puedes intentar escribir una carta dirigida a tu ser querido en la que le digas todo aquello que no has podido decirle, luego la puedes leer en voz alta y finalmente romperla. Deseamos desde aquí poder acompañarte en este proceso de duelo. Un gran cariño

  9. Cleopatra 11 de diciembre de 2014 at 19:11 - Reply

    Creo que es de vital importancia el conocer éstas herramientas para utilizarlas en caso de ser necesario y podernos ir sin dejar asuntos pendientes con nosotros y con la familia gracias por compartir.

    • Florencia 12 de diciembre de 2014 at 05:34 - Reply

      Así es Cleopatra. De esta manera, es posible solucionar aquellos conflictos que podrían causar rencores y culpas. Seguramente no sea fácil pero evitaremos cargadas mochilas de dolor en los familiares. Un gran cariño

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