La pérdida del ser querido nos enfrenta ante la finitud de la vida sin más remedio. Nos ingresa en un camino de dolor, superación y crecimiento donde nuestras emociones serán expresadas dependiendo no sólo de cómo hemos sido criados sino de cómo nos han enseñado a manejar nuestras emociones. En este sentido, podemos decir que existen diferencias de género durante el afrontamiento del proceso de duelo dado por la tradición social que inculca que los hombres no deben expresar abiertamente lo que sienten.
En el afrontamiento femenino del duelo compartir sus sentimientos abiertamente con otras personas se considera la forma más adecuada de manejar la pérdida. Sin embargo, la mayor parte de los hombres responden de formas muy diferentes a la muerte de un ser querido. A continuación les contaremos cuáles son las características propias del duelo masculino y cómo podemos ayudar a nuestra pareja, hijo o esposo en esta elaboración:
- Los hombres no suelen expresar sus emociones frente al resto de los familiares. Esto no significa que no les duela esta muerte sino que es la forma en que culturalmente han sido enseñados a expresar sus emociones. Recuerda que no son insensibles que poco les importa lo que haya sucedido sino que no desean mostrarse débiles o vulnerables frente al resto.
- El hombre intelectualiza esta muerte y se sumerge en la realización de diferentes actividades. Siente culpa por la pérdida debido a su papel de protector de la familia. Esto se profundiza cuando se trata de hijos, amigos, padres o pareja.
- Suele brindar resolución de problemas asociados a la pérdida como falta de sueño, estrés, etc. pero no desea confrontar directamente el dolor que ésta muerte le produce.
- El dolor más intenso suele presentarse inmediatamente después de la pérdida incluyendo en él sentimientos de enojo y/o culpa.
Estas características propias del duelo masculino hacen que el acompañamiento y la ayuda de los familiares y amigos sea primordial. Para ello es importante que puedas seguir algunas de las siguientes sugerencias:
- Bríndale apoyo y consuelo. Pregúntale si necesita que lo ayudes en tareas de su rutina diaria.
- Conversa con él sobre la importancia de expresar el dolor que siente pero no le insista en que debe llorar. Recuérdela que expresar las emociones es una respuesta normal frente a esta pérdida.
- Habla con él sobre sus pensamientos y sentimientos sobre esta muerte. Cuáles son sus planes de accionar para el futuro cercano.
- Observa si detecta conductas autodestructivas como el consumo de drogas o abuso de alcohol. Habla con él sobre la búsqueda de ayuda profesional si encuentra dificultades para reconocer su pérdida o tiene problemas para establecer relaciones interpersonales y familiares.
- Respeta sus tiempos y espacios. Es frecuente que el hombre sienta la necesidad de retraerse o de buscar un espacio privado para expresar sus emociones.
Recuerda que si bien el duelo masculino tiene características peculiares, esto no significa que algunas de sus rasgos no puedan encontrarse en las mujeres. El duelo es una respuesta emocional de tristeza e impotencia ante una pérdida por lo que sus formas de expresarlo pueden ser tan variadas como los factores sociales, psicológicos y personales que trae consigo cada persona.
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Es muy difícil que alguien que no tuvo una perdida de tal magnitud se pueda dar idea de lo que le pasa a quien si lo padece. Esto siempre es mejor vivirlo y reunirse con personas en la misma situación, este tema no es un concepto intelectual, es sentimiento y para esto no hay libros ni expertos. esto solo lo vive quien lo padece, lo mejor es callarse y acompañar y no aconsejar, para esto no existe consejo.
Querido Enrique, muchas gracias por escribirnos. En momentos de tanto dolor, la escucha en silencio y un abrazo sincero de los seres queridos es la mejor compañía que puede brindarse al doliente. Por eso los grupos de mutuo apoyo también suelen ser de gran ayuda para quienes atraviesan una experiencia de duelo ya que pueden compartir las emociones, desafíos y pensamientos que han surgido desde esta pérdida con personas que se encuentran también en esa etapa emocionalmente exigente de la vida. Un fuerte abrazo