Cuando hablamos del duelo anticipado, los enfermeros cumplen un papel relevante en el acompañamiento y la atención de los familiares no sólo por sus conocimientos sino por su permanencia junto a ellos desde el diagnóstico de la enfermedad hasta el doloroso desenlace. En este sentido, los profesionales de la salud, ya sean médicos o enfermeros, cumplen un papel primordial y de gran responsabilidad frente a los pacientes y familiares en proceso de duelo. Ellos presenciarán momentos de negación, sufrimiento, ansiedad y vulnerabilidad de quienes están atravesando esta experiencia.

Los profesionales de la salud no sólo tienen que explicarle de manera clara al paciente y a su familia cuál es la enfermedad y sus consecuencias sino también brindarle una visión amplia de lo que está sucediendo para que ellos puedan encaminarse sanamente en el proceso de duelo. Los enfermeros pueden sentir frustración, enfado y hasta impotencia por ser testigos del dolor de la otra persona. Por eso es importante que los profesionales de la salud comprendan que la muerte es natural e inevitable. Tan sólo tomando este primer paso, podrán ayudar en el proceso de duelo saludable de pacientes y familiares.

Los enfermeros acompañan a los pacientes y sus familiares tanto en momentos de alegría y de recuperación como de tristeza y profundo dolor. El caso del duelo anticipado es un ejemplo de ello y es fundamental que los enfermeros adquieran herramientas conceptuales a fin de poder acompañar de manera adecuada a aquellas personas que están atravesando su último tiempo de vida y a los familiares que deben aceptar y procesar esta triste realidad.