El proceso de duelo es un camino largo y lento en el que el doliente atravesará una montaña rusa de emociones… habrá días en los que no tendrás siquiera la fuerza necesaria para levantarte, mientras que otros días te sorprenderás al verte esbozar una sonrisa. Se trata de una etapa emocionalmente muy exigente que requiere de cuidado, atención y comprensión. Sin embargo, no todos nuestros seres queridos pueden estar predispuestos o preparados para ayudarnos. Para muchos de ellos es posible que les resulte difícil verte llorar… no saben qué hacer ni qué decir mientras observan cómo sus palabras no brindan ningún consuelo. Entonces, poco a poco comienzan a hacer menos frecuentes sus llamadas o visitas, mientras te preguntas una y otra vez “¿Por qué me han dejado tan solo?” No te enfades con ellos… La sociedad no nos prepara para la muerte de un ser querido y menos aún para ayudar a quienes están en duelo. Puede ser realmente abrumador para tus amigos verte tan expuesto al dolor, con la impotencia de saber que no pueden hacer nada para cambiar esta ausencia que has sufrido. En este artículo queremos ayudarte a comprender la evasión de los amigos durante el proceso de duelo y qué puedes hacer para encontrar otros espacios de escucha donde identificar y expresar tus emociones.
MIS AMIGOS ME EVADEN DURANTE EL DUELO…
La sociedad suele mostrarse incómoda e impotente frente al dolor de los seres queridos.
¿Por qué nadie menciona la pérdida que he tenido? ¿Por qué mis amigos ya no me llaman ni me escriben tan asiduamente como antes? ¿Por qué no quieren que llore y simplemente me dicen “No te sientas triste”? Estas son tan sólo algunas de las inquietudes más usuales que tendrán los dolientes frente a la cambiante actitud de sus amigos más queridos. Muchos de ellos estarán al lado nuestro acompañándonos a cada minuto, mientras que otros, poco a poco irán retirándose frente a la impotencia e incomodidad que les produce verte tan triste… no se acercarán y menos aún hablarán sobre la pérdida que has sufrido entonces te preguntas “¿Estoy paranoico o me están evadiendo?”
No te estás volviendo paranoico ni perdiendo la cordura, es posible que puedan estar evadiéndote. Es cierto que los dolientes necesitan de su propio espacio y muchas veces quieren estar a solas, pero esto no significa que deban ser aislados o dejarse de tratar normalmente. No te enfades con ellos… esto no significa que no te quieran ni que sólo disfruten contigo de los buenos momentos de la vida. Sé que desde la ausencia de tu ser querido, las emociones están a flor de piel y te has vuelto más sensible respecto a las personas que te rodean pero nuestra sociedad no nos ha educado respecto a cómo actuar ni qué decir frente al dolor por lo que muchas veces nuestros amigos creen que el doliente necesita estar solo para “tener su espacio” mientras que otros amigos tienen temor de hablar sobre estas emociones porque no saben tratar o responder adecuadamente a estos sentimientos. Como resultado de este temor, los amigos suelen generar un aislamiento en donde no tienen contacto con su ser querido en duelo o bien en donde no hacen mención de la pérdida que ha tenido.
Gran parte de nosotros ha sido educado para aislarse en momentos de angustia y de soledad. Sólo las alegrías parecieran ser las noticias que le gusta recibir al mundo mientras que se nos exige que seamos fuertes cubriendo nuestros sentimientos de dolor frente a los demás. Sin embargo, ¿esto es lo que necesita el doliente? ¡Por supuesto que no! Al decirte que no te sientas mal o al no mencionar esta ausencia, es posible que tu amigo piense que te está ayudando para que superes este duelo o para que “olvides” esta pérdida sin saber que este silencio sólo causa más daño en tu mente y corazón. Quien ha perdido a un ser querido necesita de la escucha atenta de sus amigos y familiares para explorar y dar expresión a sus emociones más profundas… necesitan hablar sobre lo que pasó así como de la relación que lo unía a la persona fallecida.
Por lo tanto, en vez de evitar el tema de la pérdida o de pedirle al doliente que no se sienta mal, lo que ellos necesitan es al menos que sus amigos reconozcan esta ausencia diciéndoles “Lo siento profundamente”, “Estoy muy apenado por la pérdida que has tenido”, etc. No le digas “No te sientas mal”… alguien importante para él o ella ha muerto por lo que sus lágrimas son absolutamente normales. En este sentido, queremos recordar algunas premisas que nos informarán un poco más sobre el proceso de duelo.
- Nombrar a la persona fallecida no genera daño. El doliente recuerda a su ser querido a cada minuto del día… lo que mayor dolor le provoca es que quieras actuar como si nada hubiera sucedido. Si llora al nombrarlo es por los recuerdos y momentos compartidos que esta ausencia evoca.
- Los dolientes necesitan espacio para estar a solas pero de ningún modo significa que debas aislarte de ellos, no llamarlos ni visitarlos. Ahora más que nunca requiere de tu presencia por lo que llámalo para hacerle saber que estás pensando en él o ella. Simplemente preguntarle con frecuencia ¿Cómo te ha ido desde la pérdida? o ¿Cómo has estado? puede ser realmente reconfortante y útil.
- No tienes por qué tener las palabras perfectas. Tu comprensión y escucha atenta en silencio serán primordiales para que el doliente pueda explorar y expresar sus emociones más profundas en el marco de una relación de confianza, cariño y respeto.
- Las lágrimas no son dañinas… lloramos porque lo amamos y ya no tendremos su presencia. Recuerda que el duelo implica una montaña rusa de emociones. No detengas las lágrimas de tu amigo en duelo… deja que ellas fluyan en su rostro para poco a poco ir sanando el dolor que lleva consigo.
- No tengas temor de preguntar en qué puedes ayudarlo. Sobre todo durante las primeras semanas en donde se padece un fuerte agotamiento físico y mental, tu ayuda práctica puede ser primordial para pagar las cuentas, hacer la comida, llevar a los niños al colegio, etc.
- Mantén tu presencia en fechas especiales. En estos días, las emociones y recuerdos están a flor de piel como, por ejemplo, aniversarios, cumpleaños, bodas, día de la madre o del padre, etc. Visítalo o simplemente llámalo para recordarle que estás con él o ella en este difícil momento… será realmente reconfortante para el doliente saber que lo tienes en tus pensamientos.
¿QUÉ PUEDO HACER SI NO QUIEREN ESCUCHARME?
Si tus amigos te evaden, procura buscar otros espacios de escucha y comprensión.
No todos los amigos pueden sentirse capaces de acompañarnos en este duelo… inclusive después de leer los párrafos anteriores. Sé que en este momento te gustaría contar con la presencia y compañía de todos tus amigos pero muchos de ellos no están preparados para hacerlo comenzando un camino de evasión que puede ser muy doloroso para ti. Sin embargo, esto no significa que estás absolutamente solo ni que debas encerrarte todo el día en tu habitación esperando que alguien llegue para “rescatarte” de esta oscuridad. Sólo basta ampliar nuestra mirada hacia alrededor para notar que hay muchas manos tendidas dispuestas a acompañarnos en esta etapa emocionalmente tan exigente. A continuación te mencionamos los principales recursos a los cuales puedes acudir cuando sientes que las emociones te abruman.
AMIGOS. A veces los amigos evaden al doliente porque no saben qué hacer ni qué decir frente a su irremediable dolor por lo que si hablas con ellos respecto al tipo de apoyo que necesitas podrías ayudarlos a aliviar esta incertidumbre. Diles cómo te sientes frente a su evasión y exprésales cómo te gustaría que te acompañen en este momento así como lo bien que te haría sentir. Bríndales algunas sugerencias que te harían bien como, por ejemplo, escucharte atentamente en silencio, abrazarte, acompañarte al cementerio o aliviarte algunas tareas cotidianas. Te recomiendo leer este artículo para saber brindar esta ayuda a tu amigo “¿Cómo acompañar al doliente en cada etapa del duelo?”.
PINTURA. ¿Te gusta dibujar? Entonces el arte puede ser una excelente herramienta terapéutica para ti convirtiendo a la angustia en un bello cuadro que refleja tu ser más íntimo. Si te gusta el dibujo, cómprate un block de hojas blancas y una amplia gama de acuarelas o lápices de colores. Encuentra un lugar tranquilo y luminoso de la casa para así permitirte este rato de descanso mental en donde el estrés disminuye y las emociones se liberan. Puedes realizar pinturas que expresen tu estado de ánimo y tus preocupaciones respecto al duelo o bien puedes hacer mándalas en donde reflexiones sobre esta etapa emocional que atraviesas. Al finalizar, tómate unos minutos para contemplar esta pintura y reflexionar sobre las emociones que has volcado en ella… si sientes deseos de llorar o de enojarte, deja que las lágrimas o los gritos liberadores fluyan.
ESCRITURA. Si te gusta la escritura, busca un bello cuaderno y escribe en él tus emociones, incertidumbres y penas más profundas. Si lo deseas, puedes escribir en este cuaderno como si estuvieras hablando directamente con tu ser querido fallecido. Pide perdón, acepta el perdón “imaginario” de tu ser querido y libérate de esas pesadas mochilas. Redacta estas palabras sin pensar en las puntuaciones ni en los errores ortográfico… deja que tus íntimos pensamientos fluyan ¡Sólo tú lo leerás! Encuentra un espacio tranquilo de la casa en donde puedas estar solo y desahogar estas emociones así como reordenar tus pensamientos. Procura finalizar cada escritura reflexionando sobre qué podrías hacer para sentirte al menos un poco mejor.
GRUPOS DE APOYO. Los grupos de apoyo pueden ser un espacio ideal si sientes que tus amigos o familiares no pueden comprender por el dolor que atraviesas. Al estar en contacto con personas que experimentan una pérdida similar a la tuya no sólo te sentirás contenido sino que además podrás notar que las emociones y pensamientos que tienes desde esta pérdida son más normales de lo que crees. Podrás encontrar información sobre el duelo, hablar sin sentirte juzgado y poco a poco reconstruir un nuevo sentido de vida. Busca en tu ciudad grupos de apoyo que se desarrollen de manera gratuita en hospitales, centros religiosos y/u organizaciones sin fines de lucro. Para conocer más sobre estos grupos te sugiero leer “Beneficios de los Grupos de Apoyo para el Duelo” y/o unirte a nuestro Grupo de Apoyo para el Duelo Consciente haciendo CLICK AQUI.
APOYO PROFESIONAL. Un profesional especialista en duelo puede acompañarte a afrontar este proceso de manera saludable encontrando las herramientas de afrontamiento necesarias así como la información adecuada para construir una nueva vida significativa luego de esta ausencia. En este espacio terapéutico encontrarás una escucha atenta sin prejuicios en donde se buscará explorar las emociones que sientes así como el impacto que esta pérdida ha tenido en tu rutina cotidiana. Para conocer más sobre sus beneficios te recomiendo leer “¿La terapia nos ayuda en la elaboración del duelo?”.
Cuando un ser querido ha fallecido, no todos los amigos están preparados para acompañarnos en nuestro duelo. Sin embargo, esto no significa que no nos quieran ni que sólo disfruten de los buenos momentos con nosotros. La sociedad no nos ha enseñado qué hacer ni qué decir mientras tienen un fuerte temor de provocarle más daño al doliente si nombran al ser querido fallecido. Es por eso que debes ampliar tu mirada hacia alrededor para notar que hay muchos otros recursos que pueden serte de ayuda para afrontar este proceso.
¿Tus amigos te han evadido durante el duelo? ¿Cómo lo has afrontado? Coméntanos.
FUENTES:
https://www.tributes.com/
https://www.sarinabaptista.com/
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