Luego de la partida de un ser querido no sólo debemos afrontar una montaña rusa de emociones que nos abruma, sino también, una multiplicidad de decisiones prácticas vinculadas a la vida diaria.

 

En este sentido, una de las tareas más difíciles durante este proceso de duelo es decidir qué hacer con las pertenencias de quien ha fallecido.   Oler su inconfundible perfume, tener en nuestras manos su camisa preferida o encontrar sus tan preciados anotadores es una experiencia dolorosa que requiere de tiempo y preparación para desandar los recuerdos y emociones que cada objeto esconde tras de sí.

 

Es que al tomar esta decisión no sólo nos enfrentamos al dolor por la irreversibilidad de su ausencia sino que también es posible sentir que, junto con estas pertenencias, estamos desprendiéndonos de parte de su vida, su historia y sus recuerdos y eso no es para nada sencillo.

 

Hay quienes organizarán inmediatamente las pertenencias de su ser querido fallecido como si con ello se aliviara el dolor de su ausencia mientras que otros tendrán la habitación tal como la había dejado antes de su muerte, con sus zapatos debajo de la cama, sus lentes en la mesa de luz y su libro de cada noche posado sobre el escritorio, aún cuando hayan pasado varios meses o años de su partida… como si todavía hubiera un pequeño destello de esperanza de que regrese a la casa y todo vuelva a ser como antes.

 

Sin embargo, ni quitar rápidamente sus objetos personales ni dejar su habitación “congelada en el tiempo” es saludable para este proceso de duelo. Esta tarea también es parte del viaje de elaboración del duelo por lo que debes tomarte tu tiempo para hacerlo cuando te sientas preparado emocionalmente… tocar, oler o simplemente ver los objetos personales de tu ser querido va a traer nuevamente una avalancha de sentimientos mientras que los recuerdos estarán a flor de piel.

 

En este artículo queremos ayudarte a afrontar esta difícil tarea brindándote algunas sugerencias para recoger las pertenencias de tu ser querido fallecido sin derrumbarte.

 

¿CUANDO PUEDO RECOGER LAS PERTENENCIAS DEL SER QUERIDO FALLECIDO?

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Cada doliente decidirá cuándo se siente preparado para retirar los objetos personales de su ser querido fallecido.

 

Los dolientes suelen sentirse abrumados cuando tienen que enfrentar esta tarea tan dura.  Además tendrán que enfrentarse ante múltiples inquietudes como: ¿Qué hago con sus cosas? ¿Cuánto tiempo debo esperar? ¿Estaré listo para afrontar ese día? ¿Es necesario que pida ayuda?.  Es que este camino de duelo inevitablemente estará marcado por momentos de dolor y desafíos emocionalmente complejos.

Quitar su ropa del armario que hace años usaba, vender su auto en el que tantos paseos hicieron juntos u oler su perfume son momentos muy exigentes.

 

Hay quienes, a pesar del paso de los años, mantienen la habitación de quien ha fallecido tal como la había dejado antes de su partida… sus zapatos debajo de la cama, sus lentes en la mesa de luz y su libro de cada noche posado sobre el escritorio. Esta situación esconde en su interior un destello de esperanza de que el ser querido regrese a la casa. Como si todo se tratara de un mal sueño, dejan su habitación “congelada en el tiempo” para cuando regrese y retome su rutina habitual escondiendo tras esta decisión una imposibilidad de aceptar la irreversibilidad de esta muerte, así como un profundo temor a enfrentarse a las emociones que implica esta pérdida. Son momentos difíciles, por ello te recomendamos que tengas paciencia con tus emociones y que trates de ser comprensivo con lo que te sucede. El e-Book que hemos preparado para tí para que descargues: «Lo Más Esencial Sobre el Duelo» podría ayudarte a comprender mejor esta etapa que estas viviendo.

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Sin embargo, esto no significa que debas quitar de inmediato todos sus objetos personales. Una de las actitudes que dificulta una sana elaboración del proceso de duelo es la evasión de los sentimientos; querer hacer como si nada hubiera sucedido en la casa quitando inmediatamente sus pertenencias es una actitud que impide reconocer el dolor de esta ausencia y el complejo proceso necesario para su elaboración… como si el doliente se obligara a sí mismo a estar bien, busca con rapidez retirar estas pertenencias y adaptarse a esta ausencia en la casa.

Es que detrás de esta decisión apresurada se esconde la falsa creencia de que es posible sentirse mejor si no ves los objetos personales del difunto.

Sin embargo, el doliente no sólo no se siente mejor sino que muchas veces se siente profundamente arrepentido de haber tomado esta decisión con tanta prisa ya que han donado, regalado o tirado a la basura objetos emocionalmente valiosos que hubiera querido conservar.

 

Entonces si ni la prisa ni el “congelamiento” son respuestas adecuadas, ¿cuándo debes asumir esta tarea? Serán tus propias coordenadas interiores las que te dicten la respuesta… El proceso de duelo es un camino absolutamente personal en donde los tiempos son definidos por los propios dolientes. El momento adecuado para comenzar esta tarea es cuando tú te sientas preparado para hacerlo… sé que parece una respuesta simple pero ella tiene consigo una gran verdad: no hay apuros para comenzar con esta organización de las pertenencias.

 

Procura tomarte tiempo para decidir cuándo deseas comenzar, cómo quieres hacerlo y con quiénes deseas estar acompañado. Muchas veces los objetos materiales esconden tras de sí un profundo significado emocional… el dolor de las heridas del pasado, la tristeza por los proyectos no cumplidos, el enojo por la impotencia de su ausencia.

Toma estos objetos como una oportunidad para reflexionar y elaborar las emociones que surgen al verlos… permítete un tiempo para pensar por qué te sientes así.

Sólo trabajando poco a poco estas emociones es posible ir transitando este camino de sanación. Sé que no es para nada fácil pero es un tiempo que vale la pena tomarse. Antes de empezar con esta tarea, quizás te pueda ayudar el hacer un ejercicio de meditación como este que te ofrecemos: Meditación: «Respirar y Soltar»

 

Muchos amigos y familiares pueden ofrecerte su mirada respecto de lo que está bien o está mal cuando se trata de asumir esta tarea. Sin embargo, no debes sentirte presionado por estas opiniones que te indican que «ya es el momento” para hacerlo.

Sólo tú sabes cuando será el momento adecuado para afrontar este desafío.

 

Durante los días que estés realizando esta tarea así como los días posteriores es posible que te sientas triste o profundamente nostálgico… también es posible que un recuerdo escondido en el armario te quite una sonrisa que no tenías pensado dibujar en tu rostro. Está bien sentirse triste por un momento y luego sonreír al minuto siguiente… no olvides que estás reencontrándote con una infinidad de recuerdos que tu corazón ha conservado durante largo tiempo.

 

6 CONSEJOS PARA RECOGER LAS PERTENENCIAS DE TU SER QUERIDO FALLECIDO SIN DERRUMBARTE

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El doliente debe tomarse tiempo para llevar adelante esta tarea seleccionando los objetos personales significativos que conservará consigo.

Como ya lo mencionamos líneas arriba, una de las tareas más difíciles en el proceso de duelo es entrar nuevamente a la habitación o casa de tu ser querido fallecido para recoger sus objetos personales. Cada día que pases en medio de estas pertenencias te sumergirá en un laberinto de emociones, recuerdos y sueños perdidos… llorarás, reirás, sentirás rabia y mucho dolor. Cada objeto parece conservar consigo parte de la historia de tu ser querido por lo que desechar o desprenderte de sus pertenencias parece una decisión imposible de tomar. Sin embargo, su legado no se limita a una caja repleta de cosas. Piensa por unos minutos, si quisieras conservar una cosa de tu ser querido ¿qué sería? Seguramente la respuesta no sea un objeto personal de los que tienes frente tuyo sino cosas más sencillas y esenciales de la vida como un abrazo, su sabiduría, su sentido del humor o su bondad.

 

Aquí te brindamos 6 consejos para que puedas afrontar esta responsabilidad asumiendo la complejidad emocional de esta tarea así como la necesidad de tomar decisiones que te permitan distinguir qué objetos realmente son significativos para ti.

 

  1. PIDE AYUDA. ¿Te imaginas abrir la habitación de tu ser querido y recoger tú solo sus pertenencias? Si bien es importante tener tiempo a solas con nuestros recuerdos, los amigos y familiares serán un gran soporte anímico en momentos en los que sientes que ya no tienes energías suficientes para limpiar otro armario o para desarmar su biblioteca. Esta tarea implica un desafío emocional profundo por lo que es recomendable que pienses en un amigo o familiar que pueda ayudarte a afrontar este momento.Considera sólo aquellas personas que realmente tengan deseos de ayudarte sin presionarte más de lo que ya lo estás en ese momento. De esta manera, no sólo estarás acompañado sino que podrás compartir las anécdotas y emociones que irradian cada uno de esos objetos que formaron parte de la vida de tu ser querido. Inclusive puedes organizar una reunión familiar para establecer quiénes están dispuestos a ayudarte, cuáles serán las responsabilidades que asumirán y cuáles son de ellas las más importantes. Por ejemplo, retirar la ropa, organizar la documentación personal, cerrar cuentas bancarias, etc.
  2. HAZ UN POCO CADA DÍA. No debes vaciar la habitación en un solo día ni resolver todo como si nada te sucediera. Piensa que te reencontrarás con objetos que hace mucho tiempo no ves, así como con recordatorios continuos de la dolorosa ausencia de tu ser querido. Tómate pequeños descansos cada vez que realices esta tarea en los que puedas salir a tomar un poco de aire y reflexionar sobre todo lo que estás viviendo. Establece una lista de prioridades que haya que hacer en primer lugar por razones prácticas tal como cerrar cuentas bancarias, retirar sus cosas del trabajo, pagar facturas pendientes, etc.Puedes designar a un amigo y/o familiar capacitado para llevar adelante algunas de estas tareas mientras que tú te ocupas de otras. Se trata de una tarea física y emocionalmente abrumadora por lo que es importante que establezcas pequeñas metas diarias. Por ejemplo, un día puedes ocuparte del guardarropas, otro día de su escritorio, otro día de su documentación personal, etc. hasta finalmente completar todo su cuarto.
  3. ELIJE QUÉ CONSERVARÁS. Comienza con aquellas partes de la casa o la habitación que consideres más fáciles de afrontar dejando los sectores más difíciles para el final del proceso. Presta especial atención a lo que te dicte tu corazón… Aunque sientas que sus pertenencias es lo único que te queda de él, debes ser realista… En la casa no pueden conservarse todos los objetos que desearías, no sólo por cuestiones de espacio sino porque no puedes invadir completamente tu hogar con pertenencias de tu ser querido fallecido.Realiza una lista en la que puedas distinguir 4 categorías: “Para mí”, “Para los demás”, “Para donar” y “Para desechar”… Piensa realmente de cuáles te resulta imposible desprenderte y elige bolsas o cajas de distintos colores para ir colocando en ellas los objetos de acuerdo a la categoría a la que correspondan.
  4. PREGUNTA QUÉ DESEAN GUARDAR.  Quizá decidas hacer esta tarea solo o tal vez algunos miembros de la familia no puedan ni se sientan preparados para recoger estos objetos, por lo que sería útil que diseñes un listado con el nombre de cada persona de la familia para señalar qué pertenencias desearían ellos conservar. Pregúntales con anticipación para que puedan tomarse el tiempo necesario para pensar qué objetos desearían conservar… Si no conversas esto con la familia y comienzas a regalar los objetos de acuerdo a tu propia percepción, es posible que debas afrontar algunos conflictos ya que lo que para un miembro de la familia conlleva hermosos recuerdos, para otro es sólo un objeto más dentro de los tantos que solía guardar tu ser querido.
  5. DONA A UNA ORGANIZACIÓN BENÉFICA. Sólo debes tomar esta decisión cuando te sientas preparado para hacerlo. Una decisión apresurada podría hacerte perder algún objeto de gran valor emocional para ti por lo que, si no te sientes completamente seguro, puedes conservar esta caja por un tiempo para luego volverla a revisar y reconsiderar si estás de acuerdo con lo que entregarás.La donación de sus objetos te permitirá transformar todo tu dolor en un bello acto de amor y solidaridad del que tu ser querido estaría realmente orgulloso. Si bien puede ser difícil saber qué donar y a quiénes, asegúrate de brindarlo a una institución benéfica con cuya causa estés de acuerdo o bien que creas que a tu ser querido le hubiera gustado hacer esta donación.
  6. DESIGNA UNA CAJA PARA LOS OBJETOS EN DUDA. ¿Hay objetos frente a los cuáles aún estás indeciso? Puedes preparar una caja especialmente para aquellas pertenencias sobre las cuales no te sientes seguro sobre qué hacer para así no tomar decisiones apresuradas de las que podrías lamentarte. Además esto te permitirá continuar con tu tarea sin quedarte atascado en este objeto en especial. Esto no significa que todos los objetos deben ir allí…la clave está en poder establecer un límite sobre la cantidad de artículos que podremos incluir en esta caja para así no transformarla en un autoengaño en la que irán todos los objetos personales del ser querido que deberían ir a la bolsa “Para desechar”.Cuando hayas terminado con el total de sus pertenencias, puedes dedicar un día o más para revisar lo que has conservado en esta caja y así tomar una decisión respecto a qué haces con estos objetos. Para ello piensa ¿Realmente necesito quedarme con esto? ¿En qué parte de la casa lo pondré? ¿Qué significado tiene este objeto para mí?

 

Cada objeto personal de nuestro ser querido conserva no sólo un sinfín de emociones sino también una infinidad de añorados recuerdos que deberemos afrontar cuando recojamos sus cosas de la casa. Tómate tu tiempo y deja que sea tu propio corazón quien te dicte el momento adecuado para comenzar esta tarea emocionalmente dolorosa.

 

 

¿Cómo has afrontado tú este desafío? No dudes en compartir tu experiencia con otros dolientes.

 

 

FUENTES:
https://www.whatsyourgrief.com/sorting-through-belongings/
https://www.opentohope.com/cleaning-out-the-closet-of-a-deceased-loved-one/
https://widowed.about.com/od/Living-Coping/fl/How-to-Deal-With-Your-Loved-Ones-Personal-Belongings.htm

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23 Comments

  1. gabriela 25 de noviembre de 2022 at 19:48 - Reply

    Yo perdí hace 3 meses a mi mama, yo era su unica hija, tengo 40 años no me he casado ni tenido hijos. Yo practicamente toda la vida vivi con ella….
    Solo me fui 4 años de la casa y mi mama deprimio, pero continuo. cuando yo regrese en el 2014 hasta la fecha estuvimos juntas y hace 2 años enfermo pero logramos salir, hasta marzo de este año, ella enfermo 5 meses y lamentablemente en Agosto fallecio, a diferencia de muchos yo casi al siguiente dia mande su ropa a un asilo y zapatos todo lo regale, su cuarto esta recogido levante la cama donde ella estuvo postrada esos meses, Yo se que esto es real, sabia que pasaria pero desafortunadamente guardaba una esperanza que ella se aliviara.
    Mi mama estaba muy deprimida y casi no hablabamos es lo que mas me dolió cuando ella se fue.
    No asmilo que ya no este conmigo y aunque he tratado de salir, tengo muchos bajones emocionales y dolores sobre todo pienso que me estoy enfermando todo el tiempo :(

  2. Raquel 26 de mayo de 2022 at 16:29 - Reply

    Mi esposo falleció hace 1 mes y medio. Al principio si sentía y decía que ya tenía que quitar toda sus cosas del guardarropa para donarlas. Pero ha pasado el tiempo y todo está como el lo dejo. No tengo el valor aún de guardar sus cosas o regalarlas. Que difícil es. Entre mas pasa el tiempo mas siento el corazón roto. Y veo sus cosas como esperando a que el regrese. Pero no es así. ..

  3. Lidia 27 de marzo de 2022 at 08:54 - Reply

    EN MI CASO. TODO SIGUE TAL CUAL ESTABAN SUS COSAS MI ESPOSO HACE TRES MESES QUE FALLECIO.. AUN ME CUESTA ACEPTAR SU PARTIDA HAY DIAS Q. MI MUNDO SE DERRUMBA HAY OTROS QUE ME SIENTO MEJOR.. PERO EL DOLOR QUEMA EL CORAZON SIEMPRE, NO SE EN QUE MOMENTO VOY A SENTIR LA NECESIDAD DE DESARMAR SU PLACARD. REGALAR O DONAR SUS COSAS,

    • Macarena 20 de febrero de 2023 at 08:28 - Reply

      Pues mi marido falleció hace dos meses y medio. Al sexto día su familia me dio obligo a desalojar su despacho y ahora me obligan a desalojar su piso donde están todas sus pertenencias porque es propiedad de su madre. Y no me veo capaz así que tendrán que esperar ca

  4. Ivon 23 de agosto de 2021 at 11:33 - Reply

    Mi esposo fallecio hace 2 meses, de un infarto fulminante , mientras dormia, aun no puedo creer vivir todo este duelo… me ha costado mucho aceptar su partidam y aunque muchas personas me han dicho que debo comenzar a desprenderme de sus pertenencias materiales, aun no puedo… es muy doloroso aun para mi… espero que con el paso de los dias o meses, hacerlo…gracias por sus consejos.

  5. Tania 25 de julio de 2021 at 14:26 - Reply

    Hola mi nombre es Tania yo me siento aún como si el tiempo no pasara aun no lo creo perdí amo pareja !!! La verdad eso aun no lo acepto Nilo supero me duele su su encía ya tiene 1/y medio que fallesiio y mi creo superarlo Xque aun tengo la esperanza que venga el se fue vivo !!;,( y después alas horas me avisaron que no llego a trabajar su mamá me habló y dijo que marco estaba muerto que ella estaba ya ENEL denegó que alas 12.00 pm nos entregarían su cuerpo!!!!: duele mucho

  6. Rosa tabares 28 de mayo de 2021 at 05:06 - Reply

    Mi madre fallecio hace bastante tempo pero al principio no podia entrar en la habitacion es cono si la sintiera su ropa sus cosas fotografias me duele mi padre me dice que hay wue hacer algo con la ropa pero no me veo capaz

  7. Ma. Esperanza Ocaña Vela 12 de enero de 2016 at 09:35 - Reply

    Hola, mi madre falleció en diciembre de 2015, muy reciente y estoy viviendo un duelo difícil porque a diferencia de mis hermanas y hermanos estoy en otra ciudad, nunca me casé y tampoco tuve hijos, así que me he sentido más sola que nunca. Sin embargo, a través de las lecturas de esta línea del manejo del duelo me ha ayudado a sentirme confortada.
    En un tiempo más, cuando esté preparada regreso a casa para preparar todo con respecto a sus pertenencias y a la venta de la casa como lo dejó nuestra madre estipulado en el testamento. Por ahora, no tengo deseos y creo que ninguna de mis hermanas para realizar esto. Les haré llegar este artículo para que juntos todos llevemos a cabo este proceso. Mil gracias. Si alguien de ustedes fue nombrado albacea y en un momento dado por encontrarse fuera ha tenido que dar un poder notariado para que se realicen todos los trámites legales, agradeceré sus comentarios.

    Abrazos muy fuertes a quienes como yo recientemente o antes hayan tenido que vivir duelo o recuerden después de algún tiempo a ese ser tan querido que ya no está.

    • Florencia 12 de enero de 2016 at 12:22 - Reply

      Hola querida María Esperanza, gracias a ti por escribirnos y confiarnos tu experiencia de duelo. Como bien dices es una pérdida muy reciente por lo que estás comenzando a desandar este camino de duelo… se paciente con tus emociones y busca personas de confianza con quienes expresar tu dolor. Recuerda que hoy más que nunca necesitas ser amorosa y comprensiva contigo misma. Cuida tu cuerpo que está sufriendo momentos de gran estrés físico y emocional mediante una alimentación adecuada y una rutina regular de sueño. Te invito a leer este artículo: «7 Claves para vivir mejor tras una pérdida». Un abrazo

  8. Estela 30 de diciembre de 2015 at 01:43 - Reply

    Hola:
    he pasado duelos, creo en edades épocas no muy comunes.
    Mamá falleció a mis 14 años, en 48 horas, producto de un ACV.
    Lo de papá fue algo más esperado, pero también repentino, en el sentido, que horas antes estaba bien.
    Con mi sposo pasó algo parecido, si bien sufria una afección coronaria, murió al cerrar la puerta de calle.
    Ahora caigo en la cuenta de que fueron muertes cruentas.
    Si bien he llorado muchísimo, he pasado por las distintas etapas de duelo, lo hice con Paz.
    No sé si alguien le sirve mi experiencia.
    Si bien con mi mamá era adolescente, no comprendia nada y fueron años de llorar cada vez que nadie podia verme, ahora reviviendo cada momento de las distintas ausencias físicas y las distintas etapas de mi propia vida, en cada una fui desprendiéndome de sus pertenencias según me lo dictaba el corazón.
    No me sujetpe a ninguna regla…
    Me ayudo mucho a tomar esta vida como un viaje.
    Mi sentir está puesto en estos momentos, en seguir lo mejor que pueda la misión por la cual estoy en esta vida…
    Pero el eje de mi vivir, está colocado en la Alegria del Reencuentro Eterno…
    Creo que si pensara o dejara que prevalezca en mi, el vacio, la nostalgia, no seguiria en este mundo.
    Mi meta está en seguir esta en seguir con la Misión por la que estoy en este mundo, pero con la Esperanza de reenconrarnos nuevamente en familia, por toda la eternidad.

    • Florencia 30 de diciembre de 2015 at 06:29 - Reply

      Hola querida Estela, muchas gracias por compartir con nosotros tu experiencia de duelo. Tras la pérdida de un ser querido debemos reconstruir nuestro propósito de vida así como también un nuevo vínculo que nos una a la persona fallecida basada en el amor y los gratos momentos compartidos. Como bien dices, cada duelo es un viaje absolutamente personal en donde cada uno tomará las mejores decisiones que le permitan desandar este camino de duelo sin presiones ni exigencias. Lo mejor es escuchar a nuestro corazón, cuerpo y mente mientras lo hacemos. Un abrazo

  9. isabel 29 de diciembre de 2015 at 16:34 - Reply

    Yo despues de 4 años todabia no me veo capaz de hacer nada con las cosas de mi hija su habitation esta como Ella la dejo creo que no to are nada mientras yo viva no soy capaz

    • Florencia 30 de diciembre de 2015 at 06:22 - Reply

      Hola querida Isabel, cada prenda, cada aroma, cada objeto esconde tras de sí emociones abrumadoras y recuerdos inolvidables. Si bien cada doliente decidirá cuándo se siente preparado para tomar esta decisión, no es una tarea para nada fácil… Tómate tu tiempo para que sea tu propio corazón quien te diga cuándo hacerlo, cómo y con quiénes deseas estar acompañado. Un abrazo

  10. María Dolores 29 de diciembre de 2015 at 07:06 - Reply

    Es verdad, muy difícil y abrumadora tarea, sobretodo si la familia no coopera, en tramites y asuntos de papeleos que resolví casi de manera inmediata. Por ejemplo llevo ya casi dos años y no logro aún acomodar y desprenderme de infinidad de objetos y ropa de mi madre, he usado algunas cosas que me quedan y están casi nuevas, también he logrado hacer un espacio para las fotografías de ella y de mi padre también fallecido, y he ocupado su recámara con muebles nuevos. Lo más complicado son sus pertenencias como collares y aretes de poca monta pero que usaba diariamente, las flores de tela con que adornaba su cabello, las cosas más sencillas pero que usó por años y que aún están en buen estado, en fin, aún tengo en cajas muchas cosas bien revueltas, y me provocan demasiadas emociones de ternura y amor, más que dolor, creo., Para lo cual no quiero ni deseo ayuda, al contrario, cuando » alguien» me ayudo, solamente congestionó y emprendió sin piedad la tarea de llenar multitud de sus artículos personales en cajas, sin acomodarlos… pero para estas fechas e trato de poner en orden mi mente para decidir e ir colocando las cosas en su lugar, pero no logro desechar ni sus plumas y lápices, poco a poco lo iré haciendo pero sin presionarme, definitivamente es algo abrumador.

    • Florencia 29 de diciembre de 2015 at 13:17 - Reply

      Hola querida María Dolores, gracias por compartir tu experiencia con nosotros. Como tú bien dices es una decisión difícil por lo que es importante no presionarnos ni exigirnos. Si lo hacemos con prisa es posible que luego nos arrepintamos respecto a lo que hemos regalado o tirado. No hay que hacerlo todo de una vez… podemos dividirlo en varias etapas y así no generar un estrés emocional y físico adicional al que ya estamos sometidos. Solos o en compañía de un ser querido, poco a poco podremos ir asumiendo esta tarea que tantas emociones, recuerdos y anécdotas traerán a nuestra mente. Un fuerte abrazo

  11. Edith 29 de octubre de 2015 at 11:22 - Reply

    Hola! Yo aún no puedo creer lo que paso, acabo de perder a mi hijo de 22 años y siento que mi vida se fue con el. En el momento quería tirar todo, pero bien dice el artículo me hubiera arrepentido. Todavía no puedo sacar sus cosas pues cuando entro a su habitación y las toco siento que huelen a él y es muy duro. Espero que el tiempo me ayude.

    • Florencia 2 de noviembre de 2015 at 06:02 - Reply

      Hola querida Edith, no te presiones en tus tiempos de duelo. Reencontrarte con estas pertenencias así como con los recuerdos que ellas encierran es una experiencia emocionalmente exigente por lo que no tienes por qué apresurarte a hacerlo si no te sientes aún preparada. Recuerda que el duelo requiere más que nunca de tu amor, paciencia y comprensión hacia ti misma así como a las emociones que vayan surgiendo en este camino. Un fuerte abrazo

  12. Lizeth 29 de octubre de 2015 at 06:37 - Reply

    Perdí a mi princesa al mes de su llegada a nuestras vidas, ya de ello pasó 8 meses cada objeto y lugar es como tenerla presente, es su esencia, nosotros decidimos donar parte de la ropita a bebés que compartieron y que fueron compañía durante el tiempo que estuvo internada, a bebés de amigos cercanos y familiares, nos quedamos con los que nosotros le aportamos un significado especial y su habitación nos mudamos a ella.

    • Florencia 2 de noviembre de 2015 at 06:12 - Reply

      Hola querida Lizeth, reencontrarte con los objetos personales de tu bebé te enfrenta a una multiplicidad de profundas emociones así como de recuerdos que surgen con cada pertenencia por lo que sin dudas la donación de algunos de ellos ha sido un muy bello gesto de amor en esta etapa emocionalmente exigente que atraviesan. Un gran abrazo

  13. cecilia 28 de octubre de 2015 at 18:07 - Reply

    Lamentablemente cuando falleció mi familiar, tuve una reacción de mucha rabia, ya que él decidió suicidarse. No hubo despedida cuando tuvo que viajar, dejó cartas muy terribles, en el momento mismo, fue un cúmulo de sentimientos, incredulidad, no aceptación, rechazo a la llamada telefónica que había recibido, en fin, junto con otros detalles que hacían primero tener un sentimiento de tristeza pero después de mucha rabia ya que su pensamiento estaba tan errado con respecto a muchas cosas, que lo tomé como algo personal. A los pocos días me propuse desechar y regalar muchísimas cosas. Hoy, me embarga un sentimiento de tanta culpa ya que lo único que tengo son sus fotos, nada más. Regalé sus perfumes, su ropa, sus muebles, todo, absolutamente todo, incluso gran parte de su colección fotográfica. Hoy siento un vacío enorme, ya que quiero aferrarme a algo suyo pero no hay nada. Me imagino que esto debe ser parte del castigo que debo recibir por haber tomado esta decisión. Sólo pido perdón, no sé qué más hacer para remediar esto, ya es demasiado tarde. Me hubiera gustado saber antes sobre este artículo, quizás estaría contando otra historia, un poco menos amarga.

    • Florencia 2 de noviembre de 2015 at 06:40 - Reply

      Hola querida Cecilia, el enojo tras la muerte de un ser querido es una emoción absolutamente normal que esconde tras ella la impotencia de la irreversibilidad de su ausencia. No te castigues ni te culpes por la decisión que has tomado, el duelo nos enfrenta a una nueva realidad en donde repentinamente afrontamos una multiplicidad de desafíos inéditos hasta ahora en medio de una montaña rusa emocional que nos lleva a sentir sentimientos confusos e inclusive contradictorios. Sin dudas lo más bello de tu ser querido no son sus objetos personales sino el amor y los inolvidables momentos compartidos que por siempre estarán conservados en tu corazón y que, sin importar el tiempo que pase, te quitarán una bella sonrisa. Un fuerte abrazo

  14. Carmen 28 de octubre de 2015 at 16:22 - Reply

    Yo enfrente este desafio al morir mi madre. Y muchas de las cosas que explican en el informe sin saberlas las puse en practica, supongo que habra sido porque espere que mi mente y mi corazon me dijeran ya es el momento. Hice exactamente lo de separar por cajas y para mi fui mirando la ropa y recordaba en que momentos de alegria mi madre tenia puesta esa ropa y estabamos juntas y los muebles y demas los repartimos con mi hermano. De lo que no me puedo desprender y no se por que es de la ropa que tenia puesta el dia que murio. Y su habitacion quedo tal cual la describen ustedes por mucho tiempo. La verdad que es una etapa muy dura de la vida la muerte de un ser querido. No hay consuelo que valga, ni palabras que nos hagan entender la muerte solamente el tiempo nos va dando un poco de resignacion.

    • Florencia 2 de noviembre de 2015 at 06:34 - Reply

      Hola querida Carmen, como bien dices se trata de una decisión especialmente difícil tras la pérdida de un ser querido por lo que debemos escuchar a nuestro corazón y hacerlo cuando nos sintamos preparados ya que nos enfrentamos a muchas emociones y recuerdos. Escuchar a nuestro corazón, reconocer lo que nos dice y expresar lo que siente es esencial para atravesar un proceso de duelo saludable en el que los tiempos son marcados por el propio doliente. Un fuerte abrazo

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